En esta exposición temporal del Museo del Prado “La belleza
encerrada” todo es grande: el número de salas (17), el número de obras expuestas (281), y la
enorme, gigantesca belleza que anuncia el título. Lo único pequeño, y de ahí el
susodocho “encerramiento”, es el tamaño de lo expuesto, pues se dedica a
pequeñas obras de gabinete y de devoción, en un recorrido que abarca de Fra
Angelico a Fortuny, con algunas incursiones en la estatuaria clásica.
Pertenecen todas al Museo del Prado (quizá para demostrarse
que se pueden hacer extraordinarias exposiciones con poco dinero), pero muchas
de ella no se exponen habitualmente, con lo que es una oportunidad para
disfrutar de multitud de pequeños tesoros. Además, todas han sido restauradas
en los últimos meses para la ocasión, con lo que podemos verlas sin los
frecuentes (aunque cada vez menos) barnices amarillentos que matan la
delicadeza de los colores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario