31 de agosto de 2013

La belleza de las colecciones del Prado



En esta exposición temporal del Museo del Prado “La belleza encerrada” todo es grande: el número de salas (17),  el número de obras expuestas (281), y la enorme, gigantesca belleza que anuncia el título. Lo único pequeño, y de ahí el susodocho “encerramiento”, es el tamaño de lo expuesto, pues se dedica a pequeñas obras de gabinete y de devoción, en un recorrido que abarca de Fra Angelico a Fortuny, con algunas incursiones en la estatuaria clásica.


Pertenecen todas al Museo del Prado (quizá para demostrarse que se pueden hacer extraordinarias exposiciones con poco dinero), pero muchas de ella no se exponen habitualmente, con lo que es una oportunidad para disfrutar de multitud de pequeños tesoros. Además, todas han sido restauradas en los últimos meses para la ocasión, con lo que podemos verlas sin los frecuentes (aunque cada vez menos) barnices amarillentos que matan la delicadeza de los colores.

A diferencia de lo que suele ser habitual en el Prado, la arquitectura de la exposición también tiene su importancia. Hay obras emparedadas, una obra encerrada en una cámara oscura, aberturas entre los muros de las salas que no están ahí por casualidad… Una experiencia estética que no debe uno perderse; hasta el 10 de noviembre en el Museo del Prado.